El romanticismo en si tendría que llevarnos a ser infelices. La verdadera definición de romanticismo, la época del romanticismo (siglo XVIII-XIX) es marcada por la relevancia que ganan los sentimientos en nuestras vidas, en nuestro día a día; se resalta el sufrimiento, la soledad, la contemplación de desamores o amores prohibidos.
Trasladado a finales del siglo XX y inicios del XXI el romanticismo se convirtió en un deseo, un proyecto a alcanzar que está muy bien definido por películas, series, publicidad o canciones. El amor es perfecto y al final el bien gana sobre el mal y todo se resuelve.
Desafortunadamente en la vida real esto, muchas veces, no pasa y pareciera que toda esta cultura no nos ha preparado para esta realidad y por lo tanto, la infelicidad. La infelicidad surge en el momento en que creemos que solo seremos felices de una manera y que esa manera es la que nos han dicho por ahí. Pues, ante la imposibilidad de tener lo que se ve y la pena de no tenerlo por lo menos se intenta tener una foto y vivir de la apariencia, y queráis o no esta da una cierta tranquilidad por el sentimiento de pertenencia, porque al final todos queremos pertenecer a algo, y, mejor casar que no casar, mejor tener que no tener… ¡aunque no se sepa qué!
Todas las relaciones tienen altibajos y cuanto más larga más probabilidad de tener crisis… ¡no pasa nada! Es parte del crecimiento de cualquier sistema, de cualquier vida. Se pueden conseguir relaciones muy bonitas a lo largo de la vida pero siempre con esfuerzo, dedicación y mucho amor. La vida es una película, pero mucho más completa, con más matices, y tendrá que ser una película sin necesidad de audiencia, tendrá que ser el filme que nos gusta para nuestra vida, no solo para que nos demás digan ¡qué bonita! Los demás no nos pueden hacer la vida, y si lo hacen, entonces tu vida será triste.