La Terapia Breve Estratégica fue desarrollada por Giorgio Nardone y sus colaboradores en el Centro de la Terapia Estratégica de Arezzo. Su máxima es resolver problemas complicados con soluciones aparentemente simples e innovadoras para la persona, y se basa en la idea de que los seres humanos construimos nuestro comportamiento en base a percepciones obtenidas en la experiencia vivida o imaginada.

La terapia breve estratégica se centra en el momento presente, ya que evita la búsqueda de causas en el pasado. Es el paciente quien descubre sus recursos y habilidades, guiado por el terapeuta.

Se define como terapia breve porque busca realizarse en un corto período de tiempo (habitualmente unas veinte sesiones); a diferencia de, por ejemplo, la Psicoterapia Breve Focalizada, que se autodenomina así no tanto por su duración temporal como por el hecho de centrarse en un único foco de conflicto o en focos puntuales.

Su objetivo es provocar una ruptura de la situación de círculo vicioso con respecto al problema, mediante el análisis minucioso de su funcionamiento, y las soluciones intentadas hasta el momento, que desde este punto de vista no hacen sino alimentarlo.

Esto permite poner ciertos esquemas e ideas en duda, cambiando así percepciones y acciones rígidas que causan sufrimiento a la persona.

Entre los trastornos que más suelen tratarse con este tipo de terapia se encuentran los trastornos de ansiedad, como ataques de pánico, fobia social, trastorno obsesivo-compulsivo y trastornos somatoformes.

Según Nardone (1997) “intentar controlar las propias reacciones es la mejor manera de amplificar las sensaciones corporales y de perder el control”. Por ello, muchas veces, se prescriben tareas y actividades que el paciente debe llevar a cabo entre sesiones y que suponen una intención paradójica. ¿Qué quiere decir esto?

Pues bien, se trataría de hacer lo contrario a lo que nuestra intuición supone como solución al problema: por ejemplo, en el caso de un ataque de pánico, enfocarnos en tratar de magnificar los síntomas desagradables en lugar de controlarlos.

De esta forma podemos ver como aplicando los principios básicos de la terapia breve estratégica como disminuyen de forma gradual.

Puedes probar, por ejemplo, tratando de hacer que tu corazón lata aún más rápido despúes de haber corrido unos metros. Comprobarás que consigues el efecto contrario y tus pulsaciones comenzarán a disminuir.

Estaban 4 ciegos en torno a un elefante, cada uno de los cuales toca una parte distinta del elefante sin poder verlo en su totalidad y afirma que aquella parte es la verdad respecto a la constitución del elefante. Así pues, para uno el elefante es algo largo y flexible, la trompa; para otro, una masa compacta de carne, el costado; y así sucesivamente para cualquier otra percepción limitada del cuerpo del elefante”.

Cuento popular.