La terapia familiar es modelo revolucionario de la comprensión de los fenómenos psicológicos y en especial de la Psicología de las Relaciones. Se llama también Terapia Familiar Sistémica, Terapia Relacional, Terapia Contextual o Terapia de Sistemas Humanos. Se ha focalizado en las relaciones humanas, particularmente las familiares, más que en el individuo, aunque hoy hay una vuelta al individuo desde una perspectiva interaccional amplia y multidimensional.
Es una forma de pensar en cómo aparecen y se desarrollan los trastornos psicológicos. Es una forma de vincular la influencia de lo relacional e interrelacional sobre la psique humana individual. Es una forma de intervención terapéutica estructurando técnicas y estrategias que incluyen a más de una persona.
Los síntomas, quejas o problemas bajo este enfoque son el producto de una secuencia circular y no lineal de relaciones disfuncionales.
Los síntomas pueden también ser originados a partir de uno de los miembros y otras figuras significativas fuera del sistema familiar, que pueden también proyectarse en la familia, como por ejemplo, la escuela, el trabajo, los amigos, etc.
Otra diferencia básica del enfoque sistémico está en como se trabaja las experiencias, relaciones, conflictos y traumas que pudieron existir en el pasado, se estudian en el contexto de las experiencias, conflictos y problemas del presente. El presente es pasado y presente. El pasado se explora esencialmente en relación con los problemas actuales o con las necesidades del individuo o la familia, de resolver problemas del pasado que aún no estaban resueltos.
En la Terapia Familiar las interacciones en una sesión familiar, de pareja o con otros miembros del sistema más amplio (familia extensa, amigos, profesores, etc.…) producen en pocas sesiones una escucha activa y diferente que no se puede hacer en la familia; produce un intercambio de información, comunicación y observación tanto para la familia como para el terapeuta que en una sesión de terapia individual no se logra.
La figura del terapeuta también es algo diferente que en otras terapias ya que su presencia afecta el sistema observado y a la vez siendo afectado por él, de tal manera que su incorporación no es la de un técnico que técnicamente tiene que producir el cambio como lo podemos hacer en un ordenador, sino que favorece que los integrantes del sistema puedan escucharse, aclararse, expresar su punto de vista y emociones y buscar con la intervención del terapeuta la construcción de una nueva realidad más soportable.