La actriz norteamericana Emma Stone no oculta su pasado lleno de ataques de pánico y miedo irracional. La joven actriz relató un fuerte episodio de su vida, desde el cual comenzó a tener este trastorno: “La primera vez que tuve un ataque de pánico estaba sentada en la casa de una amiga, y pensé que se estaba quemando. Llamé a mi madre y ella me trajo a casa, y por los tres años siguientes simplemente no paró. Iba a la enfermería a la hora de almuerzo la mayoría de los días y retorcía mis manos. Le preguntaba a mamá cómo iba a ser el día exactamente, y luego le preguntaba 30 segundos después. Simplemente necesitaba saber que nadie iba a morir y nada iba a cambiar“. Stone cuenta que al comenzar a descubrir la actuación en su vida, de alguna manera alejó los pensamientos de ansiedad y los ataques de pánico se esfumaron.
La actriz ha explicado en una entrevista con The Hollywood Reporter que sus padres fueron quienes se dieron cuenta de que actuar la relajaba. “Así soy de rara. Creo que mis padres se dieron cuenta de que actuar era algo que me hacía sentir feliz y realizada”, cuenta haciendo referencia al permiso que recibió por parte de sus progenitores para dejar la escuela a los 11 años, para estudiar en casa, y perseguir su sueño de ser actriz.
Cuando pensó que por fin tenía controlado sus ataques de ansiedad le llegó la fama de la mano de Rumores y mentiras (2010) y entonces todo empezó de nuevo. “Empecé a sentirme abrumada por Hollywood”, dice para explicar por qué decidió trasladarse a la costa este de Estados Unidos. Ya han pasado ocho años desde esa película, y la intérprete del momento admite que ha mejorado bastante en cuanto al manejo de la ansiedad, aunque eso no significa que haya podido superar del todo sus ataques de pánico. “Antes de cualquier entrevista me tengo que sentar cinto minutos sola y respirar profundo. Luego centrarme en el porqué de mis nervios. Las entrevistas son como una especie de terapia con la diferencia de que todo lo que digo está siendo escrito para luego ser publicado. Siempre he querido estar del otro lado”, revela.
La actuación ha sido su mejor terapia porque la hace enfocarse en lo que está haciendo en el momento y así aleja los millones de pensamientos que podrían pasar por su cabeza. Pensar en el presente es muy útil; al estar conscientes del aquí y el ahora, se eliminan los pensamientos sobre el futuro y la ansiedad se puede reducir significativamente. Enma practica la meditación, el mindfulness, ha conseguido ocuparse de la fama y aprender a manejar sus miedos. Un ejemplo que nos puede servir de inspiración.
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