“La primera vez que la vi…
todo en mi cabeza se silenció.
Todos los tics, las imágenes constantes, desaparecieron.
Cuando tienes un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo), en realidad, no tienes momentos callados.
Incluso en la cama estoy pensando:
¿Cerré las puertas? Sí
¿Me lavé las manos? Sí
¿Cerré las puertas? Sí
¿Me lavé las manos? Sí
Pero cuando la vi,
la única cosa en la que pude pensar fue en la curva de la horquilla de sus labios o en la pestaña en su mejilla”
El trastorno obsesivo compulsivo afecta a dos de cada cien personas en diferentes grados, y se caracteriza por la aparición de pensamientos intrusión y recurrentes que producen sensaciones de inquietud y temor. En ocasiones las personas necesitan realizar conductas repetitivas denominadas compulsiones, que son actos o rutinas que pretenden reducir la ansiedad provocada por los pensamientos obsesivos. Por ejemplo, en el poema el autor menciona sentirse angustiado ante la posibilidad de ser contaminado por gérmenes, esa es la idea obsesiva, mientras que la compulsión es el acto de lavarse las manos repetidamente para aliviar la ansiedad producida por ese pensamiento.
Las personas que padecen TOC sufren enormemente intentando controlar la sensación de caos que les produce un mundo para el que no se sienten preparados. Les asusta la incertidumbre, y sienten metafóricamente que el mundo está “lleno de ruido”, como explica el poeta. En ocasiones resulta enormemente complicado compatibilizar el TOC con su vida normal, dificultándoles el trastorno en los diferentes ámbitos de su vida, como las relaciones interpersonales.
Hilborn se presento en la final del certamen 2013 Rustbelt Regional Poetry Slam, conmovió, asustó un poco, pero sobre todo impresionó a quienes estaban presentes. Su poema habla de la especial forma en que este personaje se enamoró, pero de igual forma, cómo vivió el triste y repentino desamor.
El vídeo se ha difundido de forma viral a través de youtube.