¿Que es la disonancia cognitiva?

¿Alguna vez has experimentado la sensación de pensar una cosa y luego en realidad hacer otra, sin darte cuenta de que mantenías dos ideas incompatibles? Por ejemplo, todo fumador sabe que el acto de fumar es perjudicial para la salud pero aun así siguen fumando. En este caso hay contradicciones entre lo que piensan sobre el tabaco y la conducta de fumar, lo habitual es que la persona intente tratar con más o menos suerte racionalizar sus pensamientos contradictorios con el objetivo de evitar que esta contradicción le provoque malestar , diciéndose a sí mismo que tampoco fuma tanto. Es decir, haciendo que sus pensamientos sean más coherentes.

La disonancia cognitiva es la tensión, incomodidad y malestar que percibimos cuando mantenemos dos ideas contradictorias o incompatibles, o cuando nuestras creencias no están en armonía con lo que realmente hacemos.

Experimento de Leon Festinger

Leon Festinger y su colaborador Merrill Carlsmith diseñaron un experimento en 1959 para demostrar que si tenemos pocas razones externas para justificar un comportamiento contradictorio, tendemos a cambiar de opinión para racionalizar nuestras acciones.

Convocaron a 71 estudiantes de la Universidad de Stanford para participar en una serie de experimentos. Informaron de que el experimento se centraba en “medidas de desempeño”. Pidieron a los participantes que realizaran una serie de tareas monótonas, intencionalmente aburridas y sin sentido. Concretamente, se les pidió a los sujetos que pusieran una serie de piezas en un tablero y que luego los sacaran con una sola mano durante media hora y que la siguiente media hora giraran esas piezas en sentido de las manecillas del reloj de a cuartos.

disonancia cognitiva

Una vez que terminaran con las 48 piezas, debían iniciar el ciclo nuevamente. Pretendían generar en los estudiantes una actitud extremadamente negativa hacia la tarea.

Cuando los sujetos terminaron, los experimentadores les pedían un favor objetando que faltaba su ayudante habitual, que se encargaba de ello, les preguntaban si podían decir al sujeto que estaba esperando para entrar y realizar el experimento (que en realidad era un actor) que la tarea que iban a realizar era interesante y divertida. A la mitad de los participantes les obsequiaron con 1 dólar y a la otra mitad con 20 dólares.

La disonancia cognitiva surge del hecho de que en realidad la tarea era muy aburrida y 1 dólar no era cantidad suficiente para mentir. La mayoría de los participantes que recibieron un dólar se convencieron de que el experimento era divertido después de tomar su decisión para reducir la disonancia entre sus creencias prioritarias y su comportamiento, acabaron creyéndose una gran mentira por un incentivo insignificante. Por otro lado los del grupo de 20 dólares no sufrieron la disonancia ya que se sintieron a gusto mintiendo solo por dinero.

Festinger dio una explicación sobre esto, el participante que cobra 20 dólares sabe que la tarea es monótona pero también sabe que contaba con la justificación suficiente para decir que no lo era. Pero, ¿qué ocurre con los sujetos que cobraron 1 dólar? Sabe que el experimento es aburrido pero tiene dos pensamientos discrepantes, también sabe que no contaba con la suficiente justificación para decir que no era aburrido. Para ellos es aquí donde surge la disonancia, la persona reduce su disonancia cambiando su opinión al respecto al aburrimiento de la tarea.

La disonancia cognitiva aparecerá cada vez que la recompensa (sea cual sea la situación) llegue a ser insuficiente. El principio general parece basarse en que las personas llegan a creer y amar las cosas por las cuales tienen que sufrir.

Teoría de la disonancia cognitiva

Cómo bien dije antes la disonancia cognitiva es la existencia de cogniciones no coherentes entre sí, produciendo en la persona un estado psicológico de contradicción, que resulta incómodo, tenso y que intentará paliar buscando el modo de hacerlas más coherentes.

Festinger llama “cogniciones” al conocimiento que una persona tiene sobre sus sentimientos, pensamientos, su conducta o su entorno. Son creencias, pues la persona las entiende como reales.

Cogniciones consonantes: Sé que fumar perjudica y no fumo.
Cogniciones disonantes: Sé que fumar perjudica y fumo.

La disonancia puede surgir por múltiples causas.

  • Inconsistencia lógica entre creencias contradictorias: Sé que fumar perjudica y sé que soy fumador.
  • Inadecuación de la propia conducta a las convenciones sociales: Actuar de modo distinto a lo que la sociedad considera “normal”.
  • Actuación contradictoria con actitudes previas: Uno actúa de un modo distinto al que piensa.
  • Actuación contradictoria con actuaciones previas: Uno actúa de un modo distinto a como lo hacía antes.
  • Actuación contradictoria con opiniones expresadas: Uno hace cosas contradictorias con lo que dice.
  • Actuación en contra de una actitud concreta que está incluida en una actitud más general: soy ecologista y no reciclo los residuos.
  • Relaciones con personas que mantienen actitudes contrarias a la propia en aspectos relevantes: mi pareja tiene ideas completamente contrarias a las mías.

La magnitud de la disonancia es el grado de tensión, malestar psicológico asociado a esa disonancia.

La disonancia, igual que sucede tiene un componente de activación fisiológica que produce sensaciones adversas. La disonancia cognitiva motiva al cambio para buscar la coherencia y reducir tales sensaciones.

La disonancia puede reducirse de diferentes formas:

  • Cambiando uno de los elementos disonantes. Es decir cambiando la conducta (no fumar) o cambiando los pensamientos (“fumar no es tan malo”)
  • Cambiando la importancia otorgada a los elementos, de forma que se considere que son más importantes las creencias que apoyan la conducta elegida (“fumar me provoca placer” vs. “fumar daña mi salud”: “disfrutar de la vida es más importante que la salud”).
  • Buscando y añadiendo nuevas cogniciones que sean consonantes con la conducta elegida (“tal persona con 65 años fuma y está muy sano”; “si prohíben el tabaco es por intereses políticos”).
  • La elección de una forma u otra dependerá de cuál sea más factible y eficaz. Cuando hay disonancia entre actitudes y conducta suele modificarse el elemento actitudinal (pensamiento). El cambio actitudinal será más probable:
    – Cuando la conducta disonante es ya inevitable.
    – Cuando la conducta consonante es muy difícil de llevar a cabo para la persona.
    – Cuando la conducta disonante es muy satisfactoria
    – Cuando la conducta consonante supone grandes costes.
    – Cuando la conducta disonante no está bajo el control de la persona.

Conclusiones

Las personas no soportamos mantener dos ideas contradictorias, automáticamente justificamos dicha contradicción aunque tengamos que recurrir a argumentos de lo más absurdo, es necesario sentir que nuestros pensamientos, creencias e ideas son coherentes. ¿Es la disonancia cognitiva la teoría del autoengaño? es muy importante, saber que estamos utilizando el mecanismo de la disonancia cognitiva, para no llegar al autoengaño, la crítica y la mentira.