En las personas que padecen agorafobia los síntomas como la desrealización pueden ser diversos en carácter e intensidad, siempre en torno a las sensaciones de miedo y ansiedad al encontrarse atrapadas en una situación o un lugar determinado. Pueden producirse taquicardias, sensación de ahogo, hormigueos, sudoración excesiva o mareos, e incluso alteraciones de la percepción.
Las sensaciones de desrealización y despersonalización son las que con más diferencia asustan a quienes padecen trastorno de pánico y agorafobia. Aunque a veces desrealización y despersonalización aparecen nombrados de forma indistinta, lo cierto es que cada término está hablando de una experiencia diferente. Por despersonalización hablamos de la sensación de extrañeza del Yo. Cuando hablamos de desrealización nos referimos a la percepción del mundo como algo irreal o extraño.
Ambas pueden resultar muy molestas para las personas que los viven. Creando mucha confusión, e incluso dudas, acerca del estado de salud mental de la persona. Quienes padecen estos trastornos los suelen asociar al miedo a la locura, o a la perdida de control. Aunque como veremos, el peligro no esta en las sensaciones, sino en la forma de categorizarlas y juzgarlas.
Normalmente las personas a las que más les afecta estas percepciones son las que tienen un perfil controlador, y con tendencia a la rigidez. Son personas que tienden a intentar llevar un control sobre lo que les rodea. Muchas veces refieren miedo a la locura y a la pérdida de control, precisamente. La locura, y la muerte, son entendidas como las mayores perdidas de control. No es la irrealidad, o la despersonalización, las que provocan el pánico. Mas bien son los intentos por acotarlas, o la idea de que no pueden estar ahí, las que lo provocan.
En nuestro consultorio de hoy hablamos sobre despersonalización y desrealización:
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