Atrincherarse entre las cuatro paredes de su morada ya no es de muermos, sino la última tendencia de moda: el ‘nesting’.
La actitud FOMO (miedo a perderse cualquier ocasión social) está siendo sustituida por el JOMO (la alegría de perderse) y el FOGO (el temor a salir), un recogimiento que, fundamentalmente, contribuye a potenciar un organismo más saludable. “Somos una máquina biológica, pero a diferencia de las electrónicas o mecánicas, no disponemos de recambios para su reparación o renovación”, explica el doctor Vicente Saavedra, de la clínica Medicina Integral de Barcelona: “Nuestras células y órganos necesitan del descanso para repararse. Un cierto grado de diversión es necesario. Pero si se vuelve una forma de vida es absolutamente insano, física y mentalmente. Cada persona tiene su propio punto de equilibrio. Para encontrarlo es necesario el autoconocimiento, pero la sociedad actual (con valores cada vez más alienantes y materialistas, de consumismo y prisas), no nos encamina a desarrollar la propia responsabilidad sobre nuestra salud. Somos infelices y ansiosos ”.
El nesting busca combatir esta dolorosa realidad, potenciando eso que los anglosajones llaman Me time: reservar momentos para uno y dedicarlos a la cotidianidad del hogar. La cocina ya es una herramienta terapéutica popular en países como EE UU o Reino Unido. De hecho, de todas las terapias ocupacionales para combatir la depresión, la repostería ha demostrado ser una de las más eficaces, según un estudio publicado en British Journal of Occupational Therapy. Por su parte, entregarse al placer de una buena novela reduce el riesgo de demencia, según BMJ. Pero si lo que le roba la paz es el estrés del día día, un estudio de Journal of Health Psychology se inclina por recomendar la jardinería en la terraza, que baja los niveles de cortisol (hormona que lo provoca) en mayor medida que la lectura. Cualquier cosa vale, incluso aburrirse, un sentimiento que lejos de adormecer la mente, vuelve al individuo más altruista y empático, según una investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Limerick (Irlanda). “Pararnos en medio de este mundo de locos, conectar con nosotros mismos, con nuestros sentimientos y pensamientos para poder ver hacia dónde vamos, y orientar nuestra vida correctamente, es una absoluta necesidad humana para tener buenas relaciones, disfrutar de las cosas sencillas y gratis que ofrece la vida (la mayoría), así como para cuidar de nosotros, de los nuestros y afrontar los problemas eficientemente con una buena actitud”, concluye el doctor Saavedra.
Esta querencia hogareña tiene en la actualidad otras vertientes más allá del autocuidadio, porque posee, paralelamente, una dimensión decorativa potenciada por blogs y redes sociales, donde gurús del orden como Marie Kondo, o webs como Apartment Therapy o Gardenista, ayudan a redescubrir el placer de crear nidos prácticos y amables a través del embellecimiento y la organización.
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