A primera vista, la depresión y la ansiedad parecen ser desórdenes muy diferentes. Pensamos que las personas con depresión son tristes y letárgicas a tiempo que pensamos en las personas ansiosas como alteradas y nerviosas. Sin embargo, muchas personas experimentan ambos trastornos de manera coexistente y cuando esto ocurre los síntomas pueden ser más graves.
La evidencia científica actual indica que la mayoría de las personas tienen síntomas de depresión y ansiedad al mismo tiempo.
La ansiedad es un sistema de alerta que se activa cuando prevemos un peligro futuro. Genera una elevada activación del organismo que sirve para poner en marcha conductas de defensa como la huída, la lucha o la congelación. Cuando esta reacción resulta desmesurada respecto al estímulo que la genera se convierte en problemática.
La actividad fisiológica suele ir acompañada de alteraciones psicológicas que producen hipervigilancia, irritabilidad, inseguridad, etc. Aparecen pensamientos relacionados con la sobrevaloración del riesgo y la minusvaloración de los propios recursos.
En los trastornos de ansiedad, salvo casos con fuertes componentes anticipatorios, no suele haber variaciones reseñables a lo largo del año o el día, a diferencia de los cuadros depresivos, que presentan un empeoramiento al despertar y en las primeras horas de la jornada y en estaciones con frío y falta de luz.
El ánimo se relaciona con el sistema de conservación y regulación de la energía y con la motivación. Un estado de ánimo deprimido se activa ante eventos pasados de pérdida o fallo, provocando quietud, enlentecimiento motor y un estado emocional de profunda tristeza.
Si no es excesivo permite elaborar el duelo y un entorno autorreflexivo que nos hace remontar hacia el crecimiento.
Si persiste en exceso puede llevar al aislamiento social, la desconexión del sentido de la existencia y la creencia de que los problemas son irresolubles.
En este caso la atención se acaba orientando siempre a las pérdidas y los fallos imaginados o reales, generando un sentimiento prolongado y asentado de tristeza y culpa inapropiadas, con dificultad para sentir placer.
En determinadas personas es posible encontrar la depresión junto con algunos de los rasgos característicos de la ansiedad y viceversa.
Ambas reacciones son formas de responder ante eventos externos o internos, por lo que en cualquiera de los casos será importante trabajar con las atribuciones o significados otorgados a la realidad. Si interpretamos lo que ocurre como una amenaza, se disparará nuestro sistema de alerta, si lo entendemos como una pérdida o un fallo, ocurrirá lo mismo con nuestro sistema de conservación de la energía. Hay situaciones que implican amenaza y pérdida a la vez.
En el inicio de ambos trastornos es frecuente que estén presentes la falta de habilidades para la resolución de problemas, las habilidades sociales, situaciones estresantes o estrés continuado y un pensamiento desadaptativo y rígido. Aparecen síntomas parecidos como la autofocalización (centrar la atención en uno mismo y las propias reacciones), dificultades para la concentración, insomnio, vértigo y náuseas.
Los síntomas de ambos trastornos suelen mejorar con psicoterapia, combinada cuando es necesario con psicofármacos. De hecho, suelen funcionar los mismos psicofármacos para ambos trastornos, por lo que la investigación se dirige a confirmar que participan los mismos sistemas de neurotransmisión (intercambio de información entre neuronas).
Los cambios en el estilo de vida, como mejorar los hábitos de sueño, aumentar el apoyo social, utilizar técnicas para reducir el estrés o hacer actividad física de forma regular también pueden ser de ayuda y es muy recomendable que formen parte del tratamiento.
Que manía con meter a los neurotransmisores en todo esto,no hay una sola prueba que demuestre que estos problemas psicológicos estén causados y mantenidos por problemas bioquímicos en el cerebro,esto no lo digo yo,sino otros expertos que se dedican a lo mismo.O se ponen de acuerdo o mejor se callan,que cada uno se tome lo que quiera.
hola mi nombre es melany tengo 10 años y sufro de depresión: todo comenzó el 5 de enero de 2020, yo me había ido a quedar a lo de una amiga, yo esa noche no dormí nada. Los padres de mi amiga me llamaron en eso de las 5 y media de la mañana y me dijeron que me iban a llevar con mis padres, me llevaron a un lugar donde no era mi casa y de la nada veo a mi padre salir con los ojos aguados, yo en ese momento no sabia nada y le Conte que la había pasado re bien. Mi padre me dijo que me tenia que decir algo muy importante me dijo: viste que tu hermano quedo internado en el hospital, bueno hoy nos dieron la noticia de que le falleció. mi corazón se rompió en mil pedazos y mi alma se puso negra. desde ese día nada volvió a hacer como entes: yo ya no sonreía solo lloraba por las noche, mi hermano dejo de salir y de hablar con sus amigos, mi hermana cambio mucho y mis padres y abuela nos intentaban animar