Las rubias no son tontas, pero si son guapas creeremos que son más inteligentes. Lo que esta claro es que el atractivo físico y el atractivo personal son capaces de generar una ilusión de credibilidad que puede influir de manera decisiva en las elecciones que tomemos.

El llamado “efecto Halo” contradice la creencia popular que estipula que las personas atractivas físicamente son percibidas con menores capacidades intelectuales, como si la naturaleza realizase una labor compensatoria. Esto es igual que la creencia que tenemos de que la lotería de Navidad, por una suerte de magia que se destila por esas fechas toca más frecuentemente a las clases sociales menos pudientes. Muy al contrario préstamos mayor atención a lo que dicen las personas atractivas que las que no lo son, e imaginamos que son más inteligentes y creíbles que la media. Es decir, tendremos en cuenta su opinión otorgándole un valor especial.

Por todos es sabido lo importante que es para los asesores políticos que sus candidatos tengan una imagen seductora. La apariencia física de los candidatos puede condicionar enormemente nuestra percepción de su valía, atendiendo al dicho: “lo que es bonito es bueno”. Aún así científicos del MIT (Instituto Tecnológico de Massachussets) señalan que por cada diez puntos de ventaja que un candidato consiga debido a su apariencia física, la mitad respondería al apoyo de aquellos votantes que tienen menos información política y pasan más tiempo viendo la televisión.

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Los alumnos más guapos reciben expectativas de rendimiento mayores por sus profesores que los que no son tan agraciados. Además tienen mucho menos riesgo de sufrir acoso escolar. También se sabe que en la edad adulta los trabajadores poco atractivos son tratados mucho más duramente que los atractivos, incluso al tener en cuenta otros factores importantes, incluyendo la edad, el género y cuánto tiempo han estado trabajando en el centro de trabajo. Asimismo es más frecuente que sean elegidos en una entrevista de trabajo.

El carisma personal también se utiliza para reforzar la credibilidad a la hora de tratarnos de convencer porque escojamos una elección o producto. Actores y actrices famosos, o personalidades del mundo del deporte son utilizados por las compañías para incrementar su volumen de ventas.